28/Sep/2014
Verdadero y falso. Ese era el tema del TEDxMadrid 2014, evento al que acudía por segunda vez, después de terminar con buenas sensaciones en el TEDxMadrid 2013. Comparando ambos, el de este año ha ganado puntos en organización y se ha mantenido en cuanto al nivel de los ponentes, por lo que prueba superada, y boleto renovado para la próxima edición. En realidad, este tipo de encuentros son tan especiales que merece la pena pasarse con cualquier pequeña excusa.
A ver, que nos perdemos. Verdadero y falso, las dos formas de ver una misma cosa, tener la sensación de que te pueden estar mintiendo, que no es oro todo lo que reluce y que, ante la duda, búscale los tres pies al gato. Ese mensaje de ¡cuidado!, que no todo es cierto, se trasladó a disciplinas como la arquitectura o el diseño. Nos contaron que la experiencia de vivir en San Francisco y trabajar en Silicon Valley es tan verdadera y falsa a la vez.
Y con esa sensación me quedo yo sobre las ponencias: las hubo verdaderas y las hubo falsas. El núcleo de muchas era válido, atractivo y reconocible. En otras seguramente también, pero el exceso de storytelling, la dedicación minuciosa a la puesta en escena, le restaba el punto de verdad necesario para levantarte de la butaca y sumarte a la ovación.
Conmigo, de nuevo, cumple su objetivo
Como ya ocurriera el año pasado, este TEDx me voltea, me aparta por un momento de mi realidad y me enseña la válida. Es mi bofetón anual de verdad, mi recordatorio de todo lo que hace la gente y de que, si pienso que estoy haciendo algo, no es del todo cierto. Es falso y verdadero a la vez. Y se agradece esta descarga de inspiración.
El valor de las ideas
Muchos dicen que las ideas no valen nada, que lo importante es saber ejecutarlas. No estoy de acuerdo. Creo que una fuente de ideas válidas, reales (y alguna casi utópica, por qué no) y trabajadas es algo que no puede compararse a un ejecutor.
El papel de este también es clave, pero creo que más sencillo. Y las ideas que se expusieron en el TEDxMadrid fueron buenas. Y lo que es más importante: te ayudan a tener las tuyas propias.
El precio no me convence
La organización no gana dinero, las cuentas son públicas y todos los organizadores son voluntarios. En este sentido, ninguna pega. Aún así, pagar 60€ tal y como están las cosas me parece demasiado, y vaya por delante que este año he ido invitado.
Contando con que los ponentes acuden gratis, personalmente evitaría cosas ‘prescindibles’ como la bolsa de regalos o incluso la comida. Recortar en detalles haría que el precio fuera más asequible: al final, lo importante son los que suben a exponer cosas increíbles.
Chapeu a la organización
Montar algo como el TEDxMadrid implica muchísimo trabajo. El cariño que le tienen al espíritu de esto es enorme, tanto como para sacrificar muchísimo tiempo y esfuerzo por la recompensa de ver que todo sale bien, como así ha ocurrido. Desde aquí mi aplauso personal a todos ellos.
Si no has ido nunca, te recomiendo que pruebes. Merecerá la pena.
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