29/Sep/2013
Me reconozco un gran consumidor de las charlas TED. De hecho, me gusta hablar de algunas de ellas, sobre las que son más útiles para que uno pueda mejorar en cualquier cosa. Como el premio de añadir o suprimir un hábito aplicándose los primeros 30 días.
Sin embargo, ha sido la primera vez que he acudido a un día completo relacionado con la famosísima marca ‘descubridora de ideas e historias’, del que saco algunas conclusiones interesantes:
1. TED no es TEDx. Es lo primero que te dicen cuando te sientas en la silla: esto no es TED, sino TEDxMadrid. Es una licencia que la marca estadounidense cede para acercar su espíritu al entorno local, pero no se hace responsable ni de la calidad ni de la organización. Y estas, a pesar de ser muy buenas, no llegan al nivel de sus ‘papás’.
En aspectos de organización e infraestructuras no puedo opinar (ojalá pudiera acudir algún día a la versión americana) pero la calidad de los ponentes se presume más baja –en algunas ponencias demasiado bajas- con respecto a los ponentes originales.
Curiosamente, no son las historias o las ideas las culpables de esta diferencia, sino la capacidad oratoria de los ponentes, que en muchas ocasiones es bastante pobre. Falta experiencia, facultades y preparación. A pesar de eso, casi todas apelan a una parte emocional que consiguen zarandear.
2. El mundo se mueve. El evento estuvo plagado de todo tipo de ideas, iniciativas y proyectos que buscan mejorar el mundo, mejorarnos a nosotros mismos y solucionar los miles de problemas que sufrimos sin remedio (de momento, piensan).
La enorme cantidad de personas que trabajan todos los días para explotar su creatividad, solidaridad y compromiso hace que nos sintamos orgullosos, y el escaparate de TED me parece idóneo y efectivo para que quienes no estén al tanto de este tipo de ‘aventuras’ sean conscientes de que la gente no está parada.
3. ¿Política en TED? Es una de las normas que da la organización para ceder su marca: no se tratarán temas políticos en ninguna de las ponencias. Pues bien, hubo varias charlas que no respetaron para nada el acuerdo.
Demasiadas referencias a un tema que no tiene ningún sentido tratar y debatir en este espacio. En concreto la exposición de Javier Gallego ‘crudo’ fue realmente prescindible. Se equivocó de sitio para sus reivindicaciones contra un partido político.
4. Repetiré experiencia. Todo lo que rodea la jornada es muy positivo para sus asistentes. Se respira compañerismo, movilización y muchas ganas de aprender. De cualquier cosa. La idea de las unlessons es muy buena. El sitio elegido, el Matadero de Madrid, ideal. Se percibe cariño en su organización (que es sin ánimo de lucro) y se contagia. Si tienes la oportunidad, recomiendo probarlo.
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