15/Jul/2016
¿Sabes esos conceptos, herramientas o recursos de los que muchos dicen «esto lo aplican en Estados Unidos desde hace tiempo»? Pues el ‘Job Crafting‘ será uno de ellos dentro de un tiempo, estoy seguro.
Se trata de una disciplina que trabajan desde hace tiempo, de la que hay whitepapers bastante completos al respecto, en la que cada vez más gente confía, y, sobre todo, aplica en su día a día.
Piensa que, solo en España, el 78% de los españoles está descontento con su trabajo. Eso significa que a 14 millones de españoles (cifras actuales) les podría interesar lo que hoy te voy a contar.
El ‘Job Crafting’ es dar forma a tu trabajo, moldear tu actividad profesional, conseguir mejorar el sitio en el que pasas 8-10 horas al día, por lo menos. Ojo, está pensado para trabajadores por cuenta ajena, que dependan de un jefe, un equipo, unas directrices empresariales, etc. Los autónomos, responsables de compañías, etc. se supone que ya vienen ‘job crafters’ de serie.
Se trata de ponerle nombre a una actitud: la de hacer de tu trabajo algo mejor para ti, que mejore tu estado de ánimo, aumente tu motivación y haga crecer tu bienestar en la empresa donde estás. Y todo ello sin depender de tus superiores o de las condiciones generales, al menos no directamente.
El ‘Job Crafting’ te ayuda mejorar tu trabajo gracias a tu propio trabajo.
Suena bien, ¿verdad? Así dicen los expertos que se hace.
1. Decide lo que quieres cambiar.
La única manera de mejorar tu trabajo es cambiar cosas. Puede ser la manera de hacer las cosas, procesos, metodología en general… La idea es que aproveches tus puntos fuertes y habilidades principales para ello.
También puedes modificar las relaciones que tienes con todas las personas que influyen en tu trabajo profesional, ya sean superiores, compañeros, proveedores, clientes, etc.
Incluso podrías decidir cambiar tus objetivos finales; quizá consideres que la función principal de tu puesto debe cambiar, o directamente cambiar el puesto. A por ello.
2. Prevé el impacto en tu entorno
Una vez tienes claro lo que quieres cambiar, toca evaluar qué pasaría si estos se hicieran realidad. Es decir, además de saber cómo te afectará a ti, debes plantearte qué le ocurrirá a las personas con las que te relacionas en tu entorno profesional.
Esta reflexión te ayuda a valorar si consigues llegar a la clave, lo que los americanos el win-win, donde todo el mundo queda contento. Te puede ahorrar muchos problemas. Porque esta compatibilidad con los deseos y el bienestar de los demás es crítica para mantener tus cambios en el tiempo.
3. Actúa y evalúa
Lo básico: poner los cambios en marcha y analizar cómo funciona. Si todo va bien, genial, si hay problemas, optimiza y vuelve a probar. Lo importante es que el punto anterior se siga cumpliendo.
Aterrizando aún más la idea, la pregunta de «¿Cómo consigo aplicar cambios que mejoren mi trabajo?» se puede resumir en tres metas principales.
1. Aumentar tus recursos.
Es decir, conseguir todas las cosas buenas que puedas: buenos compañeros, altos ingresos, horarios coherentes, etc. El tener muchos y buenos recursos al final te ayuda a encarar las cosas de otra manera, y sobre todo es importante a nivel anímico: te da la fuerza como para de verdad querer exprimir el ‘job crafting’ y luchar por mejorar tu trabajo.
2. Aumentar tus retos
Salir del piloto automático; abandonar la rutina del día a día, las tareas irrelevantes, los proyecto sin sentido, sin futuro o que no te motiven. Tienes que aumentar el número de desafíos personales o de equipo que tengas, y sobre todo aumentar su atractivo.
Ojo, no hablo de imponerte más trabajo porque sí, sino de compatibilizar tu visión personal y tu horizonte profesional con el de tu empresa. De nuevo, más motivación.
3. Disminuye el número de problemas
Haz una lista con todo lo que a día de hoy te impide acercarte a la visión del punto número 2 o te resta recursos del punto 1. Ahora ponte a destruirla; elimina todas las tareas, conflictos o distracciones que puedas.
Tienes que quitarte piedras del camino para avanzar más rápido.
Y tú, ¿Ya practicas el job crafting? ¿Le ves sentido y futuro a esta manera de encarar tu estado profesional? ¡Quiero saber tu opinión!
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