03/Ene/2014
Estos días son muy adecuados para visualizar los siguientes 12 meses. Es época de reflexión y de previsiones. Personalmente, este será el primer año en el que deje mis objetivos por escrito; temo el día en el que me toque abrir la libreta y comprobar cuántos de ellos he conseguido y cuáles he dejado pendientes.
En cualquier caso, creo que es importante marcarse unas metas concretas y reales, sea cuando sea (mi época de reflexión suele ser más en agosto, cuando cumplo años), por diferentes motivos.
Organización. En medio de tanto caos y tareas diarias, a veces no queda tiempo para sentarte y ver todo desde más arriba. Estas fechas son perfectas para elevarte y priorizar encargos, ya sean profesionales o personales. Además, enero ayuda a calendarizar todo lo que vendrá: vacaciones, días señalados del año, determinadas épocas especiales (febrero a marzo si quiero aprender a esquiar, viajar a sitios donde es recomendable determinada época, etc.).
Motivación. Marcarse una meta exacta y fácilmente evaluable motiva. Te incita a superarte. Retarse a sí mismo, convocar al orgullo propio, puede ser una buena herramienta para conseguir lo que te has propuesto. No dejes los objetivos al azar, o los crees sobre la marcha. Cuanto más claros y definidos, mejor.
Satisfacción. Establecer unas marcas también ayuda a la hora de hacer balance. Sobre todo cuando las has alcanzado. Te ayuda a ver que has podido conseguirlas y te incita a marcar algunas nuevas. A todo el mundo le gusta haber hecho un buen trabajo. Deja claro lo que quieres hacer para sonreír cuando lo consigas.
Extra. Procura marcarte objetivos que puedas conseguir en periodos de tiempo más cortos a un año: 3 meses, por ejemplo. Así podrás ver de vez cuando qué tal vas y así reorganizar o afinar un poco más tus metas. Así el global podrá ser todavía mejor.
¿Cómo te organizas tú el año? ¿En qué te ayuda marcarte objetivos en un papel?
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