22/Oct/2015
Estos días he estado repasando mis notas (se viene nuevo negocio) sobre ‘El Método Lean Startup‘, el famosísimo libro de Eric Ries con la metodología que revolucionó (y aún lo hace) el emprendimiento, y la forma en la que las nuevas ideas y empresas nacían y, sobre todo, crecían.
Tras la relectura y el análisis de mis notas y resúmenes del libro, he sacado del mismo las ideas clave de lo que significa Lean Startup para mi, o al menos de lo más básico que aprendí. Te explico lo más importante que debes saber sobre esta manera de encarar el emprendimiento y, sobre todo, lo que no debes olvidar nunca cuando estás en ello.
Aprovecho para dejarlo por escrito y así tenerlo presente yo mismo, porque a veces uno se despista un poco y olvida momentáneamente algunas lecciones básicas.
1. Tu gran objetivo.
La meta más importante de tu empresa, lo único que te debe importar cuando te metes a emprender, es averiguar qué quiere tu cliente lo más rápido posible. Y sí, puede que sea diferente a lo que tengas en tu cabeza, a lo que pienses que necesita. Cuanto antes lo descubras, mucho mejor.
Para ayudarte a llegar a este punto, Ries propone cuatro preguntas clave:
– ¿Los consumidores reconocen que tienen el problema que quieres solucionar?
– Si hubiera una solución, ¿La comprarían?
– ¿Te la comprarían a ti?
– ¿Puedes crear una solución?
2. Los hitos de aprendizaje.
Es decir, medir en qué punto está nuestra idea. ‘El Método Lean Startup’ se basa en aprender continuamente. Para ello, hay tres situaciones clave que definen exactamente dónde estás y cuál sería el siguiente paso:
– Diseñar un producto mínimo viable para saber cómo de lejos estás del objetivo (es decir, entender qué necesita la gente). Esto te dará datos reales, y unirá el mundo real del que tienes en la cabeza.
– Preparar el motor para al objetivo. Aquí entra todo lo relacionado con los cambios y las optimizaciones en el producto. Es decir, una vez tienes tu MPV y has recopilado datos, sabes qué funciona y qué debes cambiar.
– Valorar dónde está tu camino. Una vez tienes los datos y has mejorado, llega el momento de decidir si seguir adelante con la misma idea o tienes que pivotar, es decir, cambiar los puntos clave del crecimiento en tu modelo de negocio.
3. Indicadores vanidosos VS Indicadores accionables.
La clave para saber cómo va tu empresa o si tu idea está llegando donde quieres es atender exclusivamente a los segundos.
¿Qué diferencia hay? Los vanidosos suelen ser las cifras tradicionales, aquellas que no son realmente las que influyen en el éxito de tu modelo de negocio. Las ves y no sabes qué hacer con ellas, no te dicen nada sobre tu rendimiento o sobre lo que hay que hacer como siguiente paso.
4. Tipos de motores de crecimiento.
Importantes cuando te planteas cómo vas a crear tu gráfica ascendente. Hay tres formas diferentes para conseguirlo:
– Viral. Son los mismos usuarios, con el uso de tu producto, quienes provocan la adquisición de nuevos usuarios. Cuantas más gente lo utiliza, a más llegas. El coste de adquisición suele ser casi cero.
– Pegajoso. Nos interesa la tasa de adquisición, pero sobre todo la recurrencia. Es decir, cuanto más usen el producto, mayor crecimiento.
– De pago. Pagar para captar, el más clásico. Inviertes parte de tus ganancias para llegar a nuevos clientes, que a su vez te den más ganancias.
Bonus track. Casos de éxito de empresas con el método Lean Start Up: Dropbox, Food on the Table o Votizen (esta pivotó varias veces).
Te animo a que no te quedes solo en este resumen y leas el libro.
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